Sapodragon del pantano

Cuando alguien lo ve, él solo escucha y se divierte.

"Es una rana" o "es un sapo"
Y se ríe, croando, por lo bajo.
Porque no es ni uno, ni lo otro,
ni ambos, ni ninguno.
Es un poco de esto y de aquello y de algo más.

Pero ya hace mucho que no escucha a humanos, ni se ríe de ellos.
No, después de tantos años se contenta en la soledad,
léjos de pensamientos inteligentes,
ahora sólo le gusta la compañía de aquellos que tendrían que haber sido sus pares.

En el pantano es uno más,
(aunque no del todo)

No tiene que esconder las alas,
ni el brillo de conciencia que a veces se escapa de sus ojos,
no,
ahí él es él.

La naturaleza recibe a todos y eso lo hace feliz.
(cuando las luciérnagas se acercan curiosas y él se siente entre amigos)
Y se encuentra siempre sintiéndose así,
(aún por la noche cuando el único humano, el viejo cuidador del pantano, cuelga velas de los árboles para espantar a las sombras)

Porque, aunque no lo sabe,
ahí no tiene miedo.
Y ese es su hogar.